Con lágrimas en los ojos, al principio contenidas, y una nueva vida lejos de evaluaciones, lecciones, dictados y trabajos prácticos (y por qué no algún reto), Lily se despidió de sus compañeros de trabajo y de sus alumnos para disfrutar de su esperada jubilación.
Seguramente los lunes y los martes no serán los mismos, ni tampoco las demoras por el tren cortando la calle. Tampoco nosotros seremos los mismos.
Tu familia del ISE te desea mucha suerte y que disfrutes de la paz y la amistad que supiste granjear en todos nosotros.
Quiero agradecer a todos por la emotiva despedida, la calidez de cada una de sus palabras y los recuerdos compartidos a lo largo de tantos años de trabajo, que más que parte de mi vida, han sido un pasaje de mi vida entera, en el cual han transcurrido uno a uno los momentos que marcaron mi madurez y mi camino, junto con personas de quienes tanto he aprendido, con las que he crecido, y de las que me quedo con la más grata de las memorias. ¡Hasta siempre y muchas gracias!
ResponderBorrarLily Gallesio.